martes, 14 de agosto de 2012

Entrevista a Ennio Moltedo por Sergio Holas

Sergio Holas: Vamos a iniciar esta conversación con una pregunta acerca de lo fuerte que han sido tus lecturas del existencialismo. En el título de tu libro Cuidadores me parece ver una relación con el concepto de cuidado, de cuidar, que Heidegger desarrolla en su famoso estudio sobre la poesía de Hölderlin. Este concepto adquiere mayor relevancia y sentido cuando vemos la trayectoria del concepto de cuidado, entendido como un prisma, en los textos que has publicado hasta La noche. Si pensamos que lo menos que se hace hoy en el mundo es ser cuidadoso con la naturaleza, por ejemplo, o con nuestros semejantes, ¿de dónde viene esta necesidad de cuidar en tu poesía? 
Ennio Moltedo: La verdad es que a mí me resulta muy natural. Es algo que siempre he tenido presente. Y yo no sé si estoy condicionado un poco por el poema mismo, Cuidadores, o porque yo he vuelto sobre el término o concepto inconscientemente. Yo ya no puedo distinguir bien si es consciente o inconsciente. Tal vez al comienzo, porque fue uno de los primeros poemas que escribí, pudiera ser que haya sido un poco inconsciente. Una necesidad propia de la época, estamos hablando del año sesenta, prácticamente todavía estamos hablando de post-guerra, entonces pasaron algunas cosas, especialmente los que tenemos alguna raigambre europea, también nos llegó, por esto de las ideologías involucradas en el conflicto, entonces puede nacer de ahí este afán de protección hacia lo más débil, hacia lo más efímero, hacia la misma poesía de alguna manera, hacia la cultura. Y fíjate lo que me llama la atención, por lo que tú me dices ahora, ya que hace unos quince días atrás me llamó Eduardo Embry, de Inglaterra, y me hace un comentario parecido al tuyo. Porque yo le mandé mi libro un poco atrasado, y a él también le llama la atención el término, y por 
ser también el primer libro y el primer poema. Y me dice que es un poema que marca, un poco, toda la producción. De manera que yo creo que hay algo que nació inconsciente y que se ha hecho consciente y que me agrada porque es una protección de lo efímero, de lo literario, de la poesía misma, de lo más desvalido, de preocuparnos por ellos, y tratar de cuidar ese ámbito. Se trata de lo delicado y de lo frágil que es un poco el espíritu humano. Hoy hablamos de los derechos del hombre.





Más en
http://www.uvm.cl/educacion/publicaciones/analecta/2/holas.pdf

No hay comentarios: